- 50 gr de mantequilla
- 100 gr de harina integral
- 550 gr de harina común
- 21 gr de levadura fresca
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 500 ml de leche fría
- 1 cucharadita de sal
- 1 cuchara de miel
- 2 cucharas de miel de caña
PREPARACIÓN
Fundimos la mantequilla y dejamos que coja color. Apartamos y dejamos enfriar.
Formamos un cráter con la harina y añadimos en su centro la levadura desmigada. Tapamos el cráter con leche y dejamos fermentar 15 minutos hasta que de la levadura salgan burbujas pequeñas.
Diluimos el bicarbonato en 2 cucharaditas de agua.
Añadimos a la harina el resto de la leche, la miel, la miel de caña, la mantequilla, el bicarbonato y la sal. Amasamos hasta obtener una masa elástica. Tapamos y dejamos fermentar hasta que su volumen se haya duplicado.
Sobre el banco enharinado volvemos a amasar y formamos porciones de 150 gr y le damos forma redonda. Dejamos descansar 15 minutos.
Con ayuda del rodillo formamos placas finas y con un palito de bambú pinchamos muchas veces la masa.
Calentamos una sartén, añadimos la masa y asamos por ambos lados hasta que coja un bonito tono dorado.